El puesto de trabajo es el lugar en el que realizamos nuestras tareas diarias en la universidad. Como parte de estas actividades cotidianas, cualquier usuario requiere acceder a diversos sistemas y manipular diferentes tipos de información. Como consecuencia directa, debemos tener en cuenta que el puesto de trabajo es clave desde un punto de vista de la seguridad de la información
Son varios los riesgos a los que se expone el puesto de trabajo:
Bloqueo de Sesión
Los dispositivos, como ordenadores, tablets o móviles, con los que se esté trabajando, siempre deben estar bloqueados, a no ser que se esté en presencia de ellos. Los dispositivos de escritorio se bloquean de la siguiente manera.
Al terminar la jornada, dejaremos siempre los equipos apagados y si fueran portátiles o móviles, bajo llave.
Mesas limpias
En el día a día de la universidad es habitual trabajar con distintos documentos en papel que se dejan encima de la mesa para mayor comodidad o porque son necesarios para las tareas diarias.
Sin embargo, al acabar la jornada se debe guardar la documentación que se encuentre a la vista. Esto es especialmente importante si se trabaja en entornos compartidos. De esta manera, se evitarán miradas indiscretas que puedan derivar en una fuga de información, además del robo de documentos que pueden contener información confidencial.
Además, también tendremos que guardar fuera del alcance de terceros, cuando no estemos en nuestro puesto, los dispositivos que se puedan desconectar, como pendrives o discos externos.